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Veo Que te Veo

Visiones

 

Miramos, y aquello que vemos nunca es suficiente. El pensamiento alumbra. ¿Qué es lo que vemos cuando vemos? Un pensamiento en potencia. Sistemáticamente, el objeto se coloca en plano, distancia y tiempo. Existe. Entonces también somos, porque lo pensamos. El cerebro ve a través del ojo. La realidad, observada por el instrumento ocular, es una incógnita que busca respuesta consciente. Veo que te veo es la representación fotográfica que dilucida caminos de observación, faces y facetas que abarcan un mundo delineado en primera instancia por el ojo. La información discurre a la imagen abstracta y este intervalo facilita el contenido de lo que notamos. Vemos, luego entonces construimos y edificamos.


La vista y la fotografía se encuentran en un punto cumbre: el momento. Su captura es el detonador de toda dimensión, encuadre y ángulo. El objeto visto se inserta en un caleidoscopio mental cuya arista se encuentra en espera de ser observada, de ahí la existencia de pose y objetivo. Mariana Pérez toma el momento, lo captura y espera… Miramos y esperamos, porque sabe que la mirada es una ventana cuyo intersticio o espectro deja un mensaje basto de instantes y horizontes, que sólo terminan cuando el párpado ciega; pero que a la vez inicia cuando el mundo iluminado emprende el éxodo al instalarse en la memoria.


El color es básicamente luz. La obra presentada arroja una gama de monocromía. No todo es blanco ni todo negro. En las imágenes habrá luz en vistazos aparentemente incoloros. Observaremos miradas “cerradas”, desviadas, mejor dicho difuminadas; como una especie de brumosa claridad. En todo caso la energía es constante y en ese tiempo delineado que la imagen brinda, nace la historia. La parte humana de la exposición.


Más que búsqueda, la obra de Mariana Pérez pretende encuentro, reconocimiento del observador ante lo observado. A través de una imagen cotidiana: el cuerpo, la artista propone con toda intención una oración incompleta que termina en gerundio o en puntos suspensivos. La tesis se ubica en un diálogo futuro que comienza al terminar la oración que la imagen profiere.


Veo, entonces siento; siento luego respondo. Miramos-hallamos-procesamos-convivimos. Finalmente se produce el discurso, el diálogo de la imagen, el gesto, con la sensación que genera el reflejo de uno en el otro, como menciona la autora: “Uno es a través de los demás. Los demás son uno mismo”.

 

César Alejandro Castro León
Curador del Museo Universitario “Leopoldo Flores”