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Semánticas Gastadas

Desgaste e Incertidumbre

 

“Cuando mas avance el hombre, menos encontrará a qué convertirse”.
-E.M. Cioran-


Imágenes y palabras, representaciones instaladas en la conciencia del individuo. El conocimiento permite la construcción de sistemas, paisajes, entendimientos que disponen presencias y ausencias, desarrolladas en la ontología de la mente constructora-destructora. Ideas de conducta y sentido que forman trayectorias de acción, en pos de una consumación de proyectos que la especie humana finca en suelo fértil, con la misión de evolucionar como especie dominadora.


Teóricamente, la misión de toda civilización es permanecer de la mejor manera y el mayor tiempo posible en el terreno de la existencia, a través de un bienestar sostenible cuyos cimientos catapulten sueños en realidades, -esencia del progreso- distintivo del Homo sapiens.


Conforme se avanza en la línea imaginaria del tiempo, el desarrollo del ser humano encuentra obstáculos y condiciones que en ocasiones corrompen la tarea de llevar a buen puerto teorías previamente maquinadas. Cada civilización transforma su entorno al igual que sus ideas, las ideas transforman al individuo y éste se transforma así mismo, a tal grado que hoy, -como desde hace muchas épocas-, nos ubicamos en un hábitat donde la incógnita figura como anfitriona de un cómodo refugio que acoge, arrulla, duerme y finalmente, aprisiona. Palabras y discursos enfrascados en formol, nulificados, luego disecados. Este es el derrotero común de nuestros pasos.


Hombre, individuo, libertad, identidad o progreso... Banderas fundamentales para entender la existencia, identidad y perspectivas que determinan el andar de toda cultura. Son los planos por los que el colectivo de Semánticas Gastadas revelan en sentido multidireccional. La propuesta plástica se basa en un plano de ideas derivadas en acciones y formalismos desgastados, no precisamente porque de manera ideológica parecían llevar buen rumbo, sino porque ninguno de esos modelos nos ha llevado a la Tierra Prometida, Paraíso, Súper Hombre o Topus Uranos. El costo de nuestro modus operandis ha sido alto, el arquetipo consumista ha cobrado factura con intereses asfixiantes y la identidad de cada mente va caducando hasta vencerse. La modernidad por encima del individuo desecha y recicla voluntades. El no tener tiempo para “tener tiempo” y el sin sentido de la acción se convierten en rutas y callejones privados de horizontes más puros, más amplios. El resultado es un nebuloso y laberíntico escenario que cruza por avenidas hermenéuticas y semánticas.


La obra de Emiliano Torres y Fernando Sánchez retrata de manera franca y clara lo que acontece en sus vidas y circunstancias. La imagen acompañada del verbo se mezcla y concreta la “gran máquina”, cuyo engrane no es otra cosa más que el de un hombre con identidad borrada y con la vestimenta formal que anuncia la víspera de la repetición. Ente colocado estratégicamente como un elemento más del paisaje urbano, hace de esta exposición un planteamiento sencillo y honesto; sin otra pretensión más que la de mostrar y demostrar el andar rutinario del hombre que, en su posición privilegiada en el reino animal, lleva a cuestas y por delante, un futuro ciertamente incierto.

 

César Alejandro Castro León
Curador del Museo Universitario “Leopoldo Flores”